jueves, 2 de abril de 2015

Sesión 6 y 8. ¡QUIÉN PODÍA IMAGINARLO!

JUSTIFICACIÓN DE MI PROPUESTA.

¡Quién podía imaginarlo! Nace después de una larga reflexión en la cual yo trataba de valorar situaciones reales que te puedes encontrar tanto en tu país, como si vives en otro. La verdad es que estas son muchas, pero he dado más valor a aquellas situaciones en las que no sabemos reaccionar, bien porque son inesperadas o porque nos sentimos avergonzados, sorprendidos, decepcionados etc.

El tema estaba claro, pero me faltaba el contexto y buscando algo familiar me decanté por el mundo de la restauración y la gastronomía. Pues todos hemos ido a comer o cenar a un restaurante y estoy casi segura que al menos una vez nos hemos llegado llevado alguna que otra sorpresa. Además me parece un tema divertido, y que nos puede dar mucho juego en clase, como veréis más adelante.

¡Quién podía imaginarlo! Es un conjunto de actividades cuyo hilo conductor es un fragmento de la serie Aquí no hay quien viva, aunque solo aparezca en la primera tarea. 



Visto que se trabajará, entre otras, la comprensión del vídeo, la actividad va dirigida a estudiantes de español con un nivel intermedio B2. Además las actividades están pensadas con la finalidad de introducir la tecnología en el aula y a nuestros alumnos a la tecnología, por lo que es necesario que todos tengan un ordenador portátil o una tablet. 

En cuanto a otros objetivos cabe subrayar, la intención de acercar a nuestros alumnos a la cultura española e hispana a través de su gastronomía y de los diferentes establecimientos a los que podemos ir para comer fuera de casa, y fomentar la interacción oral entre ellos y que se diviertan aprendiendo.

Además, expresar sorpresa, extrañeza, decepción o resignación no es tarea fácil y mucho menos en  otro idioma, así que gracias a estas actividades nuestros alumnos podrán adquirir las habilidades necesarias para usar expresiones como: “¡Qué le vamos a hacer!”, “¡Es increíble que/lo...!”,  “Es una pena que…”, “Estar avergonzado de” “¡Ponerse rojo como un tomate!”, etc. También podrán practicar las condicionales de segundo y tercer tipo: “Si yo fuese el yo…,” “Si lo hubiese imaginado…”. 

¡Quién podía imaginarlo! está dividido en dos sesiones de clase más una actividad grupal para casa, lo que permitirá los alumnos crear lazos fuera del aula fortaleciendo así las relaciones y la cooperación  entre ellos y la atmósfera de trabajo en clase. 





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